REAPARICION TRAS ONCE AÑOS DE BIRLONGUEO.
El día 12 de Octubre de 1960, en mi presencia, se había encerrado con seis toros de distintas ganaderías y - sin decirle nada a nadie - se fue, sin dar explicaciones, a su estilo. El suponía que era para siempre.
En aquella corrida fue cuando mató un toro con la mano izquierda, debido a un tecnicismo exquisito. El toro tenía la muerte en la suerte natural, pero no igualaba sino en la contraria. Cambió de manos estoque y muleta y ya estaba en la suerte natural. Dichoso el torero que es capaz de pensar, a toda velocidad, en la cara del toro.
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